YOUNG MEN AND WOMEN: SEXUALITY AND CONDOM USE IN QUINTANA ROO, MEXICO

Beatriz Martínez Ramírez*, Marta Caballero**, Julia Blanco Muñoz***, René Leyva Flores****

RESUMEN

Introducción: Analizar el perfil sociodemográfico e información sobre prevención de ITS/VIH en jóvenes de 18 a 24 años de edad en Quintana Roo, y su asociación con uso del condón.

Material y métodos: Se aplicó un cuestionario a 768 jóvenes. La población se describió mediante medidas de tendencia central y de dispersión. La asociación entre características sociodemográficas e información sobre ITS/VIH y uso de condón fue analizada mediante modelos de regresión logística múltiple.

Resultados: Se observaron características diferenciadas por sexo en aspectos sociodemográficos, y comportamiento sexual, sin diferencias en lo relativo a disposición de información preventiva sobre ITS/VIH. La frecuencia de uso de condón en la última relación sexual fue significativamente mayor en los hombres (RM: 2.22, IC 95% 1.41, 3.47).

Conclusiones: Se sugiere que la formulación de políticas de promoción de uso de condón sea focalizada y contextualizada según los diferentes niveles de escolaridad, estado civil, y sexo de los individuos.

Palabras clave: Información, Jóvenes, Uso de condón.

ABSTRACT

Introduction: Analyze profile socio-demographic and information upon ITS/HIV prevention in young people of 18 to 24 years of age in Quintana Roo, and its association with condom use.

Material and methods: a questionnaire was applied to 768 youth. The population was described by means of measures of central tendency and dispersion. The association between sociodemographic characteristics and information about STI/HIV and condom use was tested by multiple logistic regression models.

Results: There were characteristics differentiated by sex in aspects socidemographics, and sexual behavior, without differences as regards provision of preventive information on STI/HIV. The frequency of condom use at last sexual intercourse was significantly higher in men (RM: 2.22, 95% CI 1.41, 3.47).

Conclusions: It is suggested that the formulation of policies for the promotion of condom use is focused and contextualized according to different levels of schooling, marital status and sex of the individuals.

Key Words: Information, Young’s, Use condom

INTRODUCCIÓN

El VIH/SIDA es una de las pandemias más relevantes de este siglo y un problema creciente en la salud pública. Su diseminación ha involucrado a grupos con mayor vulnerabilidad y riesgo de infección por sus prácticas, como son trabajadoras(es) del sexo comercial, hombres que tienen sexo con hombres (HSH), usuarios de drogas inyectables (UDIS), y jóvenes. (1) Las estadísticas oficiales de México muestran que 29.7% de los casos registrados tienen de 15 a 29 años de edad.(2) En Quintana Roo, 21.7% de los casos nuevos de VIH/SIDA reportados en 2010 correspondieron a jóvenes de 15 a 24 años, mientras que 63.5 % correspondieron al grupo de 25 a 44 años; dado el periodo de incubación del VIH, muchos de estos últimos casos debieron ser infectados durante la adolescencia o la juventud.(3)

Aunque existen tres vías principales de transmisión del VIH/SIDA (perinatal, sexual y sanguínea), el 96.9% de los contagios en México se produce por vía sexual.(4) Si bien los avances en investigación epidemiológica y farmacéutica en las dos últimas décadas han mejorado la prevención, control y tratamiento del VIH, todavía no hay una vacuna o medicamento que cure la enfermedad,(4) de manera que una vez iniciadas las relaciones sexuales, la prevención de la adquisición del VIH principalmente radica en el uso correcto del condón.(5) Diversos factores hacen a los jóvenes vulnerables a la infección por VIH, entre ellos el inicio temprano de vida sexual, el número de parejas sexuales y las prácticas de riesgo no protegidas y/o asociadas al uso de drogas intravenosas o alcohol.(6) Encuestas aplicadas en México muestran que el inicio de vida sexual activa para hombres y mujeres está, en promedio, entre los 15 y 17 años de edad,(7,8) y que la prevalencia de uso de condón en la primera relación sexual es del 63.5% en hombres y 38% en mujeres. La escolaridad, el estado civil, la información sobre prevención de infecciones de transmisión sexual (ITS), la ocupación, la percepción de riesgo, y la capacidad de negociación, entre otras variables, se han asociado con el uso de condón.(9)

Otra categoría relevante para explicar los patrones de uso del condón es el género, que permite interpretar los diversos contextos que favorecen o limitan su uso entre hombres y mujeres. Por otra parte, existe evidencia que la información difundida a través de medios masivos y personales de comunicación y destinada a la prevención del VIH/SIDA, conduce a cambios en las prácticas sexuales o disminuye substancialmente el riesgo de transmisión de VIH, y de que determinado tipo de información es necesaria para iniciar el proceso que conducirá a un cambio de comportamiento.(10) No obstante, el conocimiento es necesario pero no suficiente para reducir el riesgo de la transmisión del VIH.(11,12,16)

Los jóvenes reciben información sobre prevención de ITS/VIH/SIDA desde diferentes fuentes. Esta información se ha orientado fundamentalmente a promover el uso del condón, de manera que las variables sociodemográficas tuvieran un menor peso sobre este uso;(13) sin embargo la interpretación y la actitud hacia la información recibida es modificada de forma importante por la ideología, los valores culturales, la comunicación simbólica y las relaciones de poder.(14) Los medios de información más accesibles a los jóvenes son la televisión, la radio, el sistema escolarizado,(15,16) las unidades proveedoras de salud, y los familiares y amigos, entre otros.(5) Sin embargo, el acceso a estas fuentes no es uniforme y varía de acuerdo al estrato socioeconómico, al sexo, al entorno cultural y a la experiencia sexual. (9)

El trabajo que se presenta en este artículo tuvo como objetivo describir el perfil sociodemográfico y las fuentes de información sobre prevención de ITS/VIH/SIDA que disponen los jóvenes de 18 a 24 años en Quintana Roo y su asociación con el uso de condón.

MATERIAL Y MÉTODOS

Diseño del estudio. Este trabajo forma parte de un proyecto más amplio que tuvo como propósito analizar los contextos sociales relacionados con la vulnerabilidad a las ITS y al VIH/SIDA entre la población de 18 años de edad y más, los hombres que tienen sexo con hombres y las mujeres en trabajo sexual en las ciudades de Chetumal y Cancún, Quintana Roo . En esta investigación se presentan los datos referentes a los jóvenes de 18 a 24 años de edad. La información se obtuvo durante los meses de Agosto y Septiembre de 2006 y fue recopilada mediante un cuestionario confidencial y anónimo con apartados aplicados y autoaplicados. Se obtuvo una muestra de 399 individuos para cada ciudad (total 798 individuos), y se empleó un muestreo aleatorio polietápico.

Previo a la aplicación de la encuesta se obtuvo el consentimiento informado de los entrevistados/as. El cuestionario aplicado fue una versión adaptada del utilizado en la ENSANut 2006 (13) y la encuesta “Vigilancia de comportamientos. Para uso en jóvenes de 15 a 24 años” , con siete apartados en los cuales se exploran los datos sociodemográficos del entrevistado y de las personas que habitan en la misma casa, aspectos de género, opinión sobre grupos vulnerables, comportamiento sexual y uso de condón, información sobre servicios de salud e información sobre prevención de ITS/VIH. El apartado de comportamiento sexual fue autoaplicado con la finalidad de preservar la privacidad de los/as entrevistados/as y una mayor validez en las respuestas .El análisis de la información obtenida fue a través de estadística descriptiva con medidas de tendencia central y de dispersión, evaluación de distribución realizando prueba t de Student ó Prueba chi-cuadrada. Mediante regresión logística simple se evaluó la asociación bivariada y posteriormente se construyó un modelo logístico multivariante.

RESULTADOS

Se identificó a 798 jóvenes que cumplían con los criterios de selección, de los cuáles 96.3% aceptaron participar en la encuesta, y se obtuvo información completa de 768 jóvenes, 437 mujeres y 331 hombres. No hubo diferencias significativas de acuerdo al sexo, en lo referente a edad, ciudad de residencia, derechohabiencia y variables relacionadas con la información sobre prevención de ITS/VIH, 98% han recibido información por algún medio, siendo los de comunicación masiva (radio, televisión, carteles y folletos) los más frecuentes. Sin embargo, mientras que casi la mitad de las mujeres se encuentran unidas a alguna pareja, sólo 20% de los hombres lo están; por otra parte, la variable referida al hecho de tener o no hijos se distribuyó, de forma similar a la encontrada para estado civil. Una mayor proporción de mujeres están empleadas en algún trabajo (entre los que se incluye el hecho de ser amas de casa), la proporción de hombres con nivel educativo medio o superior es mayor que en las mujeres. Asimismo, hubo una proporción superior de hombres pertenecientes a algún grupo organizado. Estas diferencias fueron estadísticamente significativas. (Tabla 1)

Comportamiento sexual. Al momento de la encuesta 556 (70%) jóvenes ya habían iniciado su vida sexual. Con respecto a esta variable, la proporción de hombres fue significativamente mayor que la de las mujeres. En conjunto, la edad promedio de este inicio fue de 16.7 años (±2.15) con un rango de 10 a 23 años, sin diferencias significativas entre hombres y mujeres. Sin embargo, 50.57 % de los hombres iniciaron su vida sexual antes de los 17 años, mientras que en las mujeres dicho porcentaje fue de 33.56 %, diferencia que fue estadísticamente significativa. Los hombres percibieron estar en riesgo de infectarse de VIH con mayor frecuencia que las mujeres, Asimismo, la frecuencia de uso de condón en la última relación sexual fue significativamente mayor en los hombres.

En el análisis bivariado se observa que ser hombre, el estado civil soltero/a o divorciado/a, no tener hijos, contar con escolaridad superior a primaria y ser derechohabiente, se asociaron positivamente con el uso de condón en la última relación sexual, el resto de las variables no mostraron asociación significativa con dicha práctica (Tabla 2). El análisis multivariado muestra que, tras ajustar por el resto de las variables incluidas en el modelo, el sexo masculino, estado civil soltero/a-divorciado/a, ser derechohabiente y haber iniciado las relaciones sexuales después de los 16 años se asociaron positivamente con el uso de condón en la última relación sexual. La percepción del riesgo y el número o tipo de fuentes a través de las que se recibió información sobre prevención de ITS/VIH no se asociaron con el uso de condón (Tabla 3).

DISCUSIÓN

Los jóvenes entrevistados en Quintana Roo para este estudio presentan características diferenciadas por sexo en cuanto a aspectos sociodemográficos, y comportamiento sexual, aunque no se observan diferencias en lo relativo a disposición de información preventiva sobre ITS/VIH. Así se pueden caracterizar dos perfiles. Por un lado, encontramos que los hombres jóvenes son predominantemente solteros y sin hijos, muchos ya tienen algún tipo de empleo remunerado, pero también un número elevado sigue estudiando, cuentan con un nivel máximo de estudios entre secundaria y bachillerato y están informados sobre medidas de prevención ante ITS/VIH. Más de la mitad de los varones, ha iniciado su vida sexual a los 16 años o antes, utilizaron el condón en su última relación sexual y perciben algún grado de riesgo de infectarse por VIH en algún momento. Por su parte, casi la mitad de las mujeres se encuentra en algún tipo de unión de pareja, con la responsabilidad social de ser madres de familia, y amas de casa; su nivel de escolaridad se sitúa entre secundaria y bachillerato, más de la mitad se encuentra trabajando y la mayoría están informadas sobre medidas de prevención para ITS/VIH. Con respecto a su vida sexual, más de la mitad de estas mujeres manifiesta haber tenido relaciones sexuales y más de la mitad iniciaron su vida sexual después de los 16 años. La mayoría de ellas no perciben la posibilidad de infectarse de VIH en algún momento y sólo 27 de cada 100 ha usado condón en su última relación sexual.

La prevalencia de uso de condón entre los y las adolescentes es un indicador clave en el monitoreo de sistemas de prevención en relación a ITS/VIH, pero en este uso o no uso confluyen diversos factores. Es crucial la inclusión del rol que juegan las diferencias de género, donde al igual que en otros estudios (17,18) se han encontrado marcadas diferencias entre hombres y mujeres. Las formas de ser “hombres” y de ser “mujeres” son construcciones históricas y sociales que determinan el comportamiento de los seres humanos.(31) En nuestro contexto, las mujeres tienden a relacionar la sexualidad con el ejercicio reproductivo y la viven como una experiencia negativa, mientras que para los varones es una experiencia positiva y placentera que los impulsa a tener relaciones sexuales como forma de sustentar su masculinidad.(19,20)

Las mujeres generalmente tienen menor acceso a la educación formal y al trabajo asalariado, lo que las vuelve más dependientes de los hombres y con menores posibilidades de acceder a servicios de salud. Además en aspectos sobre sexualidad tienen limitado poder de negociación ante medidas preventivas de ITS/VIH como el uso del condón.(32) Asimismo, prevalece la idea de que son los hombres los que deben usar el preservativo para protegerse de la transmisión del VIH u otras ITS en relaciones casuales o con trabajadoras sexuales, pero no con la pareja formal o estable, la novia o la esposa, y se da por hecho que la mujer es fiel por naturaleza, y que si se está en una relación de noviazgo o estable es una relación basada en la confianza y que por lo tanto, no es necesario utilizar medios de protección a infecciones, sino métodos anticonceptivos, si no se desea un embarazo.(21) En este contexto, son diversos los factores a los que distintas investigaciones atribuyen la tendencia al no uso del condón entre los jóvenes: las características de la sexualidad en la adolescencia como la definición de identidades sexuales y el inicio de relaciones sexuales, entre otras, la percepción del preservativo como un dispositivo diseñado y publicitado para uso masculino, (10) así como la influencia de otros factores sociales como los roles de género, y las distintas permisividades entre hombres y mujeres.(14)

Un señalamiento clave es que la promoción del uso del condón, a nivel mundial, ha estado ligada a las campañas contra el SIDA que los servicios y agencias de salud han realizado, por lo que los y las adolescentes y jóvenes, quienes no se identifican como grupo de riesgo, no han visto la necesidad de usarlo. Ante esto algunos autores han propuesto en las campañas de salud la necesidad de “romantizar” el uso del condón como signo de amor, confianza y protección mutua en contraposición con la asociación que actualmente se percibe entre uso de preservativos y promiscuidad y/o infidelidad. (22)

Paradójicamente, no encontramos asociación entre el hecho de tener información sobre prevención de ITS/VIH, el hecho de percibirse en riesgo y el uso de condón. Aún cuando la utilización del condón se ha incrementado como un resultado de diferentes estrategias, entre ellas la difusión por medios de comunicación, se refuerza la idea de que la información es necesaria pero no suficiente para originar un cambio de conducta. Se ha demostrado que la información por sí misma no es un predictor directo del uso del condón,(20) y que la percepción de riesgo solo es la punta del iceberg ante la decisión y utilización de este dispositivo. (23) En esta línea, algunos trabajos documentan que el uso de anticonceptivos ocurre después del inicio sexual, y que en las relaciones sexuales se presentan una secuencia de eventos donde las citas ocupan el primer lugar, después se da la relación sexual, y finalmente se recurre al uso de anticonceptivos y/o medias preventivas de infecciones de transmisión sexual.(36) Los resultados de nuestro estudio muestran que nos encontramos frente a una generación de jóvenes informados sobre formas de prevención para ITS/VIH, pero que ni la información ni la percepción de riesgo tuvieron algún tipo de influencia significativa ante el uso del condón. Un hallazgo importante fue que 1 de cada 5 jóvenes dijo no utilizar el condón porque no contaban en ese momento con uno, lo que puede indicar un acceso limitado o relaciones sexuales ocasionales y no planeadas.

CONCLUSIONES

En resumen, los jóvenes representan el grupo más numeroso entre la población de Quintana Roo. (24) La encuesta evidenció que más de la mitad de los jóvenes tiene relaciones sexuales. Estos jóvenes se encuentran en riesgo potencial de adquirir una ITS/VIH ya que no se perciben en riesgo de adquirirlas y no toman medidas de prevención. Por su parte, la gran mayoría de los varones son solteros lo que los inclina más a tener relaciones sexuales de manera ocasional, que más de la mitad de ellos ya tiene vida sexual activa y no utilizan el condón como protección ante la transmisión de este tipo de padecimientos. En base a los perfiles diferenciados encontrados entre hombres y mujeres, se sugiere que la formulación de políticas dirigidas hacia la prevención de ITS/VIH deban ser también diversificadas y contextualizadas según los diferentes niveles de escolaridad, empleo y el sexo de los individuos, además de especializarse sobre grupos específicos, en este caso los jóvenes, quienes son las futuras generaciones y donde pueden generarse el reforzamiento de comportamientos preventivos ante este padecimiento.

Agradecimientos

Este trabajo fue posible gracias al apoyo del proyecto financiado por CONACYT “Condiciones de vulnerabilidad y alternativas de prevención a la transmisión del VIH/SIDA: hombres que tienen sexo con otros hombres (HSH) y mujeres en trabajo sexual (TS) en Cancún y Chetumal, Quintana Roo, México”. A los Servicios Estatales de Salud especialmente del M. S. P. Saúl David Badillo Perry y la M. S. P. y M en C. Alejandra Aguirre Crespo por la asesoría durante la elaboración de este trabajo.

REFERENCIAS

1 Programa Conjunto de las Naciones Unidas contra el VIH/SIDA. Organización Mundial de la Salud ONUSIDA/OMS “AIDS Epidemic Update” 2006:4-6.

2 Centro Nacional para la Prevención y el Control del VIH/SIDA Dirección de Investigación Operativa. México (acceso Oct – 2012). Disponible en www.salud.gob.mx/conasida

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4 Alarcón D, Ponce de León. “El SIDA en México veinte años de la epidemia". México DF: El colegio nacional, 2003:13-18.

5 Villaseñor A., Caballero R., Hidalgo S., Santos P. “Conocimiento objetivo y subjetivo sobre el VIH/SIDA como predictor del uso de condón en adolescentes.” Sal Púb. Méx. 2003;45:573-580.

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10 Soto F. Lacoste J. Papenfluss R. Gutiérrez A., “El modelo de creencias de salud. Un enfoque teórico para la prevención del SIDA”. Rev. Esp. De Salud Pública 1977;7:1-8.

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14 Castañeda X., Brinde C., Castañeda I., “Nebulous margins: sexuality and social constructions of risks in rural areas of Central México”. Rev. Culture Health Sexuality 2001:3;203-219.

15 Gayet C., Rosas C., Magis C., Uribe P., “Con quién hablan los adolescentes mexicanos sobre el SIDA”. Salud Pública Méx. 2002;44:122-128.

16 Trajman A., Belo M., Teixeira E., Dantas V., Salomão F., Lerdo A., “Knowledge about STD/AIDS and sexual behavior among high school students in Río de Janeiro, Brazil”. Cad. Saúde Pública, Rio de Janeiro, 2003;19:127-133.

17 Herrera C. y Campero L., “La vulnerabilidad e invisibilidad de las mujeres ante el VIH/SIDA: constantes y cambios en el tema”. Salud Pública de México. 2002;44:554-564.

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21 Juárez F. Castro M., “Partner and sexual histories of adolescent males in Brazil: Myths and realities”. Consejo Superior de Investigaciones científicas. España 2003;1-25.

22 Paicheler G. “Perception of HIV risk and preventive strategies: a dynamic analysis”. Health 1999: 1;47-69.

23 Instituto Nacional de Estadística, Geografía e Informática. INEGI Censo de Población y Vivienda 2000. México disponible en http://www.inegi.gob.mx/est/contenidos/espanol/rutinas/ept.asp?t=mpob09&c=3186 consultado octubre 2010

24 CONAPO (2000a). La situación actual de las y los jóvenes en México. Diagnóstico sociodemográfico, CONAPO, México.

* Médico General. Maestra en Ciencias Sociales. Secretaria de Salud de Quintana Roo y Profesora de asignatura del Departamento de Salud Pública y Epidemiologia de la Universidad de Quintana Roo.

** Socióloga y comunicóloga. Doctora en Ciencia Social, especialidad en Sociología por El Colegio de México. Profesora Investigadora de Tiempo Completo de la Universidad Autónoma del Estado de Morelos, Campus Oriente.

*** Médico General y Maestra en Salud Pública y Maestra en Ciencias de la Salud. Investigadora del Centro de Investigaciones en Sistemas de Salud, Instituto Nacional de Salud Pública.

**** Médico General y Doctor en Sociología por la Universidad de Barcelona, España. Investigador del Centro de Investigaciones en Sistemas de Salud, Instituto Nacional de Salud Pública.

Correspondencia: Marta Caballero; Universidad Autónoma del Estado de Morelos, profesora-investigadora de tiempo completo titular B, Camino al Monasterio 600, Santa María Ahuacatitla, CP 62100, Cuernavaca, Morelos, México. Tefl. 777 3174212 y 777 1628166; martacg@uaem.mx

Tabla I. Características sociodemográficas de los jóvenes e información sobre prevención de ITS/VIH
* Mediante Chi cuadrado, excepto en la variable media de edad, en la que se utilizó t de Student.

Tabla 2. Relaciones sexuales, percepción de riesgo y uso de condón en jóvenes
* Mediante prueba Chi-cuadrado excepto para la media de edad de inicio de vida sexual en la que se utilizó t de Student.
** Estas variables son para los jóvenes que ya han iniciado con vida sexual activa. De estos la n es en hombres: 261 y mujeres: 295.

Tabla 3. Características sociodemográficas e información sobre prevención de VIH y Uso de condón
* Presentaron significancia estadística con valor de p < 0.05
** Estas categorías no son excluyentes