Retos en Materia de Salud Pública Internacional
La Organización Mundial de la Salud (OMS) como instancia coordinadora internacional en su materia, ha establecido esquemas y criterios homogéneos para todos los países, esperando que sean capaces de detectar, comprobar y responder de manera ágil y organizada, ante los riesgos de que se presente enfermedades emergentes (nuevas), reemergentes (las que se pensaban erradicadas o controladas) y todos aquellas con tendencias a producir epidemias; funcionando además como un ente concentrador y difusor de dicha información; así como el asesor mundial ante situaciones de emergencias en materia de salud pública.
Para el presente año las situaciones de riesgo como las arriba mencionadas han tenido gran actividad considerando que la OMS ha emitido avisos y alertas internacionales para padecimientos como sarampión por brotes en Filipinas, Estados Unidos de América, Canadá y Brasil; poliomielitis en países del continente africano y medio oriente, fiebre por virus chikungunya por brotes en África, Asia y el continente americano donde se ha focalizado en la región de las Antillas menores y mayores en el Caribe y de forma más reciente por brotes de ébola en cuatro países africanos. Además se mantiene una vigilancia exhaustiva a enfermedades como la influenza e infecciones respiratorias graves por coronavirus del medio oriente (MERS-CoV).
Lo anterior nos obliga a establecer planes de respuesta bien organizados que inician con la fase de prevención, donde los Servicios de Salud en Quintana Roo como cabeza del sector establecieron de manera inmediata acciones encaminadas a prevenir los riesgos por estos padecimientos para nuestra entidad, bajo cuatro ejes principales: a) difusión de medidas preventivas para la población en general y a quienes contemplen viajar a zonas con presencia de brotes epidémicos, b) vigilancia epidemiológica permanente en 227 unidades médicas del sector salud, unidades médicas privadas y en puntos de entrada internacional de personas como son las terminales aéreas, marítimas y terrestres; c) asegurando las coberturas de vacunación de los grupos blanco, verificando que cuenten con esquemas completos conforme a edad y d) mediante medidas de control de factores de riesgo, como el que significa la presencia del mosquito transmisor del fiebre chikungunya en nuestro estado aún cuando no se ha identificado ningún caso, ni se tiene evidencia de circulación o presencia del virus en nuestro estado. Lo anterior ha permitido un blindaje epidemiológico que ha mantenido a los quintanarroenses libre de estas enfermedades hasta el momento.
Como se puede observar lo anterior aunque se resume en un párrafo es un arduo trabajo, el cual se mantiene de forma permanente y que por lo general no se identifica a simple vista por la población pero que conlleva la utilización de un sin número de recursos, con el único propósito de salvaguardar la salud pública con acciones precisas y eficaces; las cuales nos han permitido a la fecha mantenernos sin casos locales de sarampión, poliomielitis, chikungunya, MERS-CoV, chikungunya, ébola y mantener otros como influenza dentro de las incidencias más bajas a nivel nacional.
Quiero aprovechar este medio para hacer un llamado a toda la población recordándoles que la mayor parte en la prevención de enfermedades se basa en los estilos de vida que llevamos; si mantenemos nuestros hogares, sitios público, centro de trabajo y escuelas limpios, libres de criaderos de mosquitos entonces alzamos una barrera entre nosotros y padecimientos como el dengue y chikungunya; si nuestros hijos y personas dentro de grupos vulnerables (embarazadas, adultos mayores, etc.) cuentan con todas su vacunas, entonces estarán protegidos contra enfermedades como el sarampión la poliomielitis e influenza y si de manera general mantenemos buenos hábitos de higiene personal y del hogar entonces contamos con la base para la prevención de un gran parte de las enfermedades infecciosas.
Me despido recordándoles que juntos hacemos la diferencia para mantener una población quintanarroense saludable.
Dr. Juan L. Ortegón Pacheco